Cada cotidiana ausencia
deja sitios vacíos que
puedo recorrer con mis manos,
recreándote.
Y así, la falta no se siente
tan profunda e infinita.
... Sólo el tiempo
del encuentro
es lejano
y agobia cuando
el eco de tus
movimientos aún
ronda por éstos lugares
y con sus labios
le recuerda
a mi boca
que te necesita
cerca.
Sor Juana