(a Pablo Distinto)
No partas solo hacia el infinito
que no existe.
No desafiaremos al destino.
Podemos no encontrarnos
en otros besos.
Qué será de tus manos
sin el fin único
de mi vientre.
No te canses de amarme;
que el cansancio es el suspiro
antes de la muerte.
No neguemos el amor
por su enigmática esencia.
Pues la pasión y el presente
caerán en un vacío
difícil de atrapar.
Sor Juana